Regresamos con la serie de la Guía para Switchers después de un descanso al final de la primera temporada.
El tema a tratar en esta ocasión es ¿Cómo instalar y desinstalar aplicaciones? Sabemos que instalarlas quizá no represente un problema pero vamos a repasar que tipo de instalaciones existen y cómo quitarlas dejando el sistema totalmente limpio.
Lo primero que debemos saber es que prácticamente la totalidad de las aplicaciones vienen dentro de una imagen .dmg. Los DMG son imágenes de discos virtuales, es decir, que al dar doble clic sobre ellos el sistema los montará en el escritorio como si de un DVD o un disco externo se tratara.
Dentro de ellos podemos almacenar todo tipo de archivos (mi compañero Juanma ya lo había explicado con anterioridad como crearlas) y es donde generalmente encontramos las aplicaciones de algún desarrollador.
Al tener ya la imagen montada nos vamos a encontrar con dos maneras diferentes de instalar aplicaciones. La primera es la más conocida: arrastrar el icono de la aplicación hacia la carpeta Aplicaciones y listo. Arrastrar y soltar.
Sin embargo, este método no es una instalación _per se_ porque podemos ejecutar la aplicación dentro de la misma imagen de disco que hemos montado. No representa mayor problema pero que quede claro eso.
Para desinstalarlo tenemos un par de alternativas:
- Arrastrar la aplicación desde su carpeta hasta la Papelera y vaciarla.
- Utilizar alguna aplicación como AppZapper para desinstalarlo completamente.
Y digo completamente porque si bien la primera opción es bastante fácil (y gratuita), suele dejar archivos de registro o preferencias dentro del sistema.
Tampoco representa un problema, pero si tenemos una gran cantidad de aplicaciones sería recomendable deshacernos de ellos pues suites como las Creative Suite de Adobe o Microsoft Office pueden dejar archivos temporales que -quien esté familiarizado con el software sabe- pueden llegar a tener un peso considerable (aunque éstas usualmente incluyen desinstalador, más adelante lo veremos).
Para tal fin, AppZapper lo hace a la perfección pues arrastramos la aplicación a su ventana y encuentra todo tipo de archivos relacionados con ella y los elimina. Su desventaja es que tiene un costo (US $12.95) pero su efectividad está mas que comprobada. También existe la alternativa freeware: AppDelete.
La segunda manera de instalar una aplicación es cuando éstas utilizan un instalador porque -básicamente- requieren permisos de administrador y crean archivos en diferentes partes del sistema crear para poder instalarse. A pesar de que todos hacen lo mismo, hay diferentes tipos de instaladores ya sea el legendario (feo y obsoleto) VISE Installer o el popular instalador que Apple proporciona en el SDK de Mac OS X.
Algunos de estos instaladores también incluyen la opción de desinstalar o tiene su propio desinstalador como en el caso de Safari4 beta. Si no es el caso, podemos recurrir a los métodos anteriores, donde podemos arrastrar la carpeta a la Papelera o utilizar AppZapper o AppDelete para mejores resultados.
Cualquier duda, crítica o comentario que surja de esta guía será muy bien recibido en los comentarios.
[ACTUALIZACIÓN (Sergio Gómez)]: Como bien nos recuerdan en los comentarios, existe una aplicación gratuita llamada AppCleaner que funciona de manera similar a AppZapper y os la recomiendo para desinstalar vuestras aplicaciones de manera sencilla.